lunes, 8 de octubre de 2007

Un cuento a partir de una imagen







Había una vez en una pintura un hombrecito llamado Robertino.Él era manco, sordo y muy petiso. Pensaba en cosas muy tontas, por eso todo le salía mal, pero él era un héroe destacado.
Él vivía en una ciudad llamada Lof. Allí había aproximadamente cien habitantes y todos se conocían entre sí.
Un día Robertino se puso a pensar que tenía mucho amor por una bella dama, pero su problema era que nadie lo iba a querer, ya que era un poco tonto.
Para ello, le pidió ayuda a su amigo Miguel. Él le dijo que un poco hueco era, pero a pesar de todo esto, tenía amigos que lo querían.
Su amada llevaba el nombre de Margarita Fernández, cuyo ojos y pelo eran de color marrón, era muy flaca y chiquitita.
Un día Robertino se cruzó con Marga. Él en ese momento estaba orgulloso de verla, pero al mismo momento triste, ya que ella no sentía lo mismo que él.
Marga no lo quería porque estaba enamorado de Miguel, el mejor amigo de Robertino.
Robertino no sabía del amor entre Marga y Miguel. Hasta que un día, iba caminando por Lof y escuchó hablar a los vecinos comentar lo que pasaba.
Al día siguiente Robertino llamó muy desesperado a Miguel, quien le dijo que sí, y le dio un consejo.
ANDATE A OTRO MUNDO PARA VER SI CONSEGUÍS UNA MUJER QUE TE QUIERA Y QUE TE RESPETE TAL CUAL SOS.
Robertino aceptó el consejo de Miguel, entonces le pidió que le diera las indicaciones de cómo ir a ese lugar. " EMPACÁ TODAS TUS COSAS Y PARATE FRENTE AL REMOLINO QUE SE ENCUENTRA EN MAPED AL 2000, VAS A TENER QUE HACERLO GIRAR Y AHÍ PODRÁS ESTAR EN ESE SITIO" , le aconsejó Miguel.
Al día siguiente este héroe, empacó sus cosas, se despidió de su gente y se marchó al lugar indicado.
Ese lugar era un mundo submarino dentro de una burbuja, pero su obstáculo mayor fue un tiburón con dientes muy filosos, cuyo aspecto externo era muy grande.
Robertino no venía aquí para encontrar un obstáculo, él estaba allí para conseguir una mujer que lo quisiera.

Hecho por: Sharon Sztycer

1 comentario:

paula luna dijo...

Muy bien, Sharon. Sigamos publicando...
Cariños.Paula